23.3.07

A 31 años del Golpe de Estado

Todo terminó a la una de la madrugada del 24 de marzo de 1976 cuando el general José Rogelio Villarreal le dijo a Isabel Martínez de Perón: “Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda arrestada”. O todo comenzaba.
Es cierto: el país no estaba bien. Había inflación, crisis sindical, violencia y una sensación de ingobernabilidad absolutamente real. Pero lo que se iniciaba esa fatídica madrugada sería peor. Asumía el control del país una Junta de Comandantes en Jefe integrada por el teniente general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Agosti. “Control del país” significó, entre otras cosas, disolución de los partidos políticos y del Congreso, anulación de la libertad de prensa y expresión, reemplazo de la Corte Suprema de Justicia, supresión de toda actividad política y sindical, entrega económica. Y, fundamentalmente, muerte. Una pena de muerte disfrazada para “quienes causaren daño a medios de transporte, de comunicaciones, usinas, instalaciones de gas o agua y otros servicios públicos; para los que contaminaren el agua, los alimentos y las medicinas; para los que causaren daños con explosiones o incendios; para los que sean sorprendidos infraganti y no acaten las intimaciones, o se enfrenten con las fuerzas de seguridad", pero en realidad significaba para todo el país que no acatara las órdenes, por más irracionales que fueran.Comenzaba el mayor genocidio de la historia nacional. El terrorismo de Estado ocupaba los sillones. El plan de exterminio estaba en marcha. La Argentina, los argentinos, nunca más serían los mismos.

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La prensa muda
Comunicado N° 19 del 24/03/76“Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha resuelto que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales”.

Represión ilegal
“Reclusión de hasta diez años a quien difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar la actividad de las Fuerzas Armadas, de seguridad o policiales”. El comunicado 19 del autollamado Proceso de Reorganización Nacional no deja lugar a dudas. Silencio ante los camiones militares transportando civiles con los ojos vendados y ante los autos sin patente con hombres armados. Silencio ante el asesinato de dos militantes comunistas cuando comandos del Ejército y la Marina ocupan un local partidario. La represión no hace muchos distingos: son encarcelados el dirigente peronista Raúl Lastiri, su esposa Norma López Rega de Lastiri y el jefe de la UOM Lorenzo Miguel; fallan en el intento de arresto del ex presidente Héctor Cámpora, y secuestran a uno de los máximos líderes del sindicalismo combativo cordobés, René Salamanca.

06 de julio de 1976
Asesinan a 12 guerrilleros del ERP

El juez federal Ricardo Lona había solicitado personalmente y con insistencia el traslado de Salta a Córdoba de doce militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo. El pedido había sido efectuado al coronel Carlos Alberto Mulhall, jefe del Regimiento de Salta ante los insistentes rumores de una posible fuga por parte de los militantes. Así lo confirmaron en las posteriores actuaciones el propio coronel Mulhall, el coronel Miguel Gentile y el teniente coronel Juan Carlos Grande, los tres obrantes en la investigación realizada por el comando de la V Brigada de Infantería del Ejército. El traslado se efectuó, pero los doce integrantes del ERP fueron fusilados a escasos cincuenta kilómetros de la ciudad de Salta. Fue conocida como la “Masacre de las palomitas”.



06 de septiembre de 1976
Vuelos de la muerte: hallan 20 cadáveres
Aparecen cadáveres en playas uruguayas. Aunque no se publican todas las apariciones y se hacen correr rumores de que los cadáveres son producto de una lucha entre mafias chinas, todos los días se hallan cuerpos a lo largo de las costas uruguayas producto de los “vuelos de la muerte” (como se los denominaría luego) o “traslados” (como llaman los torturadores a la forma en la que se deshacen de sus víctimas, narcotizándolos y arrojándolos al Río de la Plata). El diario La Nación del 7 de septiembre señala “la aparición de cadáveres mutilados y en general desnudos, en la costa uruguaya del Río de la Plata”. Los cadáveres estaban “atados de pies y manos, desprovistos de ropas y presentando síntomas inequívocos de haber sido torturados y salvajemente golpeados”.

16 de septiembre de 1976
La noche de los lápices: masacre en La Plata
Una ordenanza dictatorial limitaba el acceso de materiales informativos a los establecimientos escolares. Según la ley, podían ingresar sólo aquellos textos que fomentaran “el amor a Dios y a la Patria y el respeto a la familia y a la autoridad”. Para los militares de la Provincia de Buenos Aires, reclamar por el boleto estudiantil, como venía haciendo un grupo de estudiantes en La Plata, era un atentado que se debía reprimir de inmediato. Entre la medianoche y las cinco de la madrugada del 16 de septiembre, fueron secuestrados de sus domicilios los alumnos secundarios Claudio de Acha (17 años), Claudia Falcone (16 años), Horacio Ungaro (17 años), Daniel Alberto Racero (18 años), María Clara Ciocchini (18 años) y Francisco López Muntaner (16 años). El martes 21, secuestraron a Pablo Diaz, de 18 años. Todos fueron trasladados al Pozo de Banfield donde se los torturó salvajemente. Salvo Díaz, que logró recuperar su libertad, los demás jóvenes continúan desaparecidos.

13 de diciembre de 1976
La masacre de Margarita Belén
13 de diciembre de 1976 la dictadura militar masacró a veintidós jóvenes en las afueras de Margarita Belén, provincia del Chaco.Se llamaban Nestor, Carlos, Delicia, Eva, Fernando, Julio, Luis, Manuel, Mario, Patricio, Reinaldo, Roberto… El día anterior fueron arrancados de los lugares de detención donde permanecíamos detenidos para ser torturados en el Regimiento y la Alcaldía de Resistencia y asesinados finalmente, con la complicidad de funcionarios judiciales locales.Vivimos, reímos, lloramos, peleamos junto a ellos por construir una Patria justa. En la memoria, siempre vuelven los 22 compañeros masacrados: estudiantes, maestros, arquitectos, abogados, trabajadores y poetas. Todos militantes del pueblo.Que esa misma memoria siga empuñando la verdad y la voluntad de hacer justicia. Siempre.

Madres de Plaza de Mayo: primera ronda
Durante los primeros años de la dictadura, las Madres de Plaza de Mayo fueron la única resistencia a la represión ilegal. Sus reclamos se iniciaron en 1977, cuando el poder militar ocultaba que estaba secuestrando y matando a miles de argentinos.

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13 de mayo de 1977
Videla reconoce que "hay desaparecidos"
El dictador Jorge Rafael Videla fue el primer funcionario del régimen que aceptó públicamente que había desaparecidos. Lo hizo en Venezuela, frente a un de grupo de periodistas, que sabían que los militares estaban cometiendo crímenes de lesa humanidad.

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10 de diciembre de 1977
Matan a Azucena Villaflor
Secuestran a Azucena Villaflor, promotora de manifestarse todos los jueves en la Plaza de Mayo desde abril de 1977. Era madre de cuatro hijos, uno de ellos desaparecido. Azucena le había propuesto al grupo de madres que pedían por la aparición de sus hijos que fueran a la Plaza de Mayo para ser escuchadas. Como la policía las presionó al grito de “circulen”, recordándoles la prohibición de reunirse, decidieron hacer caso y “circular” alrededor de la Pirámide de Mayo. Las rondas de la Plaza se transformaron en un símbolo del reclamo por los derechos humanos. Señalada por el represor Alfredo Astiz –infiltrado en el grupo originario de Madres– fue secuestrada y asesinada en la ESMA. Sus restos fueron identificados en julio de 2005 por el Equipo Argentino de Antropología Forense. El 8 de diciembre de 2005, sus cenizas fueron depositadas junto a la Pirámide de Mayo, el mismo lugar donde comenzó a organizar la lucha de las Madres.


13 de diciembre de 1983
Juzgarán a las Juntas, ERP y Montoneros
Entre las primeras medidas que toma el gobierno de Raúl Alfonsín, destacan los Decretos 157 y 158. El primero, promueve juicios civiles por asociación ilícita, instigación a cometer delitos y apología del crimen contra los jefes de los grupos que, según el decreto, “instauraron formas violentas de acción política para acceder al poder con el uso de la fuerza”. Los implicados: Mario Firmenich, Rodolfo Galimberti, Fernando Vaca Narvaja, Roberto Perdía y Ricardo Obregón Cano (de Montoneros), y Enrique Gorriarán Merlo (del Ejército Revolucionario del Pueblo). El Decreto 158 ordena el enjuiciamiento de los tenientes generales Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri; los almirantes Emilio Massera, Armando Lambruschini y Jorge Anaya, y los brigadieres generales Orlando Agosti, Omar Graffigna y Basilio Lami Dozo. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas los juzgará por homicidio, privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos. El fallo será apelable por la Justicia Federal. Las Madres de Plaza de Mayo declaran insuficiente la decisión.





1 comentario:

Anónimo dijo...

que buen post el de el golpe de estado de 1976